domingo, 14 de septiembre de 2014

Palabras del Compañero Máximo Kirchner

Las palabras del Compañero Máximo Kirchner, en el acto de La Campora en Argentinos Juniors. 



La verdad es que me gustaría no estar hablando, y que el que estuviera hablando sea Néstor.

Nunca conocí a nadie que le gustara tanto estar en un acto político como él. Disfrutaba de una manera única todos esos momentos. Imaginen que para mí hoy es la primera vez que tengo un micrófono delante, de esta manera.

Y que detrás de esto no hay ninguna especulación más que algo que yo les debía a muchos compañeros durante mucho tiempo, que dieron la cara, que pusieron el cuerpo, que dieron todas las peleas, que las siguen dando y que tengo la seguridad, cuando veo sus caras, por cómo cantan y cómo gritan, de que hay muchas peleas más por dar y que van a estar firmes junto a Cristina.

En la política, por lo menos después de haber discutido mucho con muchos compañeros, he llegado a una conclusión y es importante: No hay apellidos milagrosos, hay proyectos políticos que son proyectos de vida que tienen que ser un proyecto de país que deje definitivamente el ostracismo al que nos sometieron durante años mirando con la nuca al pueblo.

Muchas veces, les voy a pedir que me ayuden porque la verdad estoy sintiendo lo que siente mi hijo cuando le digo ´dale camina´, es como largarlo ahí y uno está aprendiendo a caminar.

Mis compañeros, todos los que están acá y los que hoy no están acá. El Frente Para la Victoria es mucho más grande, a pesar que algunos lo quieran achicar e incentivar conflictos que no existen. Mis compañeros son mejores que yo, no me da miedo decirlo. Y les voy a decir la verdad porqué, entre tanto que les gusta decir que es el mejor, que fue candidato a presidente, siempre bien tratado por sólo tener un apellido. A mí no me desvela, eso, nunca me desveló ni me va a desvelar. Será por crianza, por cómo es uno. La verdad que para mí es un orgullo estar con ustedes. Nunca lo soñé.

La vida me dio más de lo que yo esperaba siempre. Me dio una familia hermosa, me da una familia hermosa. Me dio buenos amigos, buenos compañeros. Me dio el orgullo de ver a Néstor y a Cristina realizarse en la vida, con un esfuerzo terrible, desde allá, desde el sur, desde una ciudad inhóspita como Río Gallegos, mirada con la nuca también por los grandes medios, ahora que tanto nos gusta ir y que nos dejaron abandonados durante años.

Cuando uno ve algunas situaciones donde siempre fuimos acusados de irracionales, de plantear conflictos inexistentes, de querer dividir a los argentinos, uno no puede entenderlo, o por lo menos a mí me cuesta mucho. Porque la verdad nunca vi reaccionar de esta manera al poder concentrado en la Argentina contra ningún gobierno, con gobiernos que realmente dividieron a la Argentina, con 50 por ciento de pobreza, con 20 por ciento de indigencia y no se les movía un pelo de la cara. Era así porque tenía que ser así. No existía la posibilidad  de cambio, no existía posibilidad de entre todos remar y transformar un país.

Cuando Néstor llegó, vamos un rato más para atrás, yo me acuerdo cuando empezó a caminar… Cero setenta, un puntito le daban las encuestas. Y yo lo veía que iba… La verdad que ojalá uno tenga el uno por ciento de la voluntad que tuvo él. Tuvo una voluntad inquebrantable. Y a Cristina, que el 27 de octubre del 2013 le tocó perder al compañero de su vida y han hecho lo que no se animaron a hacer hace mucho tiempo con un Presidente de la Nación. Siempre uno escucha que hay que respetar la autonomía de los kelpers, si discutimos Malvinas. Si hablamos de los Fondos buitre, hay que respetar la autonomía de la justicia de Estados Unidos. Lo que uno siempre se pregunta es cuándo van a empezar la respetar la autonomía de u pueblo que está cansado que lo traten de bobo y que ha hecho un esfuerzo terrible estos años para pagar todos los años una deuda contraída por una dictadura militar que se llevó a mucho de los padres de mis compañeros y a muchos más, se la prestaron a ellos y así todos nos hacemos cargo y hacen este tipo de situaciones.

Cuando uno ve las declaraciones de dirigentes sindicales devenimos en empresarios, que agotada su representación política en la sociedad vuelven a apostar a la violencia y al miedo.

Bastantes problemas tiene nuestro país y la Presidenta hace frente día a día como para que ellos vengan a instalar más miedo todavía. No hay que tener miedo, hay que tener conciencia, hay que tener amor. Poner la otra mejilla, como decía Néstor, no entrar en su juego porque eso es lo que ellos quieren, rodeados de culatas y barrabravas. Acá hay pueblo, hay gente y hay amor, equivocada o no, que tiene ganas de llevar adelante al país.

Hay que redoblar los esfuerzos, casa a casa, como hizo Néstor en el 2009, cuando era consciente del doble juego de algunos y, sin embargo, salió a buscar los votos y bancar al gobierno. Porque se querían cargar primero al gobierno para después ir por los derechos de todos los trabajadores. Ése es el fin que tienen con Cristina también. El problema es ése, eso es lo que quieren. El último dique es Cristina. Cuando uno los ve a todos desesperados en largas marchas para ser presidentes y nadie mueve los perímetros de las encuestas debe ser algo que la sociedad también pasa. Deberían fijarse, quienes son candidatos en ése sentido, qué es lo que está pasando. Porque en estas estrategias y diferencias, si es cambio, aparte ¿cuál es el cambio? Porque el único programa que yo les conozco a quienes siempre critican son los programas de televisión, donde siempre dan el presente, donde todo lo saben, donde todo lo resuelven. Pero después, cuando los vemos gobernar, pasa lo que pasó hace unos años en Argentina. En diciembre del 2010 fue lo del indoamericano. En diciembre del 2011 era muy evidente, después del 54 por ciento de los votos, obviamente, hacer algo. Después en el 2012, en diciembre, allá en zona norte de la provincia de Buenos Aires, empezaron algunos saqueos…hicieron lo mismo de siempre, la gimnasia a lo que nos tienen acostumbrados año a año. Y en 2013 lo hicieron con las fuerzas de seguridad.

Hubo gobiernos en Argentina que, con la policía matando en la calle, disparando a mansalva en autos de civil, sin que hoy todavía haya un sólo preso, se tuvieron que ir. Éste gobierno, por la voluntad de la Presidenta, por la madurez de la sociedad y por la entrega de los compañeros, pudo mantenerse y llevar adelante las políticas que está llevando adelante. Lo nuestro, después del 2011, cuando nosotros decíamos esa consigna de Nunca Menos, muchos pensaron, nos corrían por izquierda y leían a John William Cooke y decían “¿Cómo que Nunca Menos? Hay que ir por más”. Hoy están con Macri. Fueron por mucho más, es evidente eso.

La Argentina reestructuró su deuda en el 2005, creo que era el 74 por ciento en ese momento de los acreedores que ingresaron. Le pagó al Fondo monetario, volvió a reestructurar su deuda en el 2010. Incluso con el Boden, no me acuerdo si era en el 2012, le devolvió los ahorros que se habían llevado los que quieren volver. No sé si es otra vez volver por los ahorros o vaya a saber porqué.

La verdad es que yo conocí siempre y vi cómo administró Néstor y también como lo hace Cristina, desde la intendencia de Río Gallegos, la racionalidad a la hora de administrar y  de trabajar fue una marca indeleble que quedó en cada una de sus gestiones. Y yo les puedo asegurar que en los momentos que muchas veces les tocó gobernar Río Gallegos con la hiperinflación de Alfonsín, gobernar en Santa Cruz con un barril de petróleo a 8 dólares, con las privatizaciones, pudimos evitar un conflicto social. Esa marca indeleble parece que la oposición no la ve. Y a esta altura no me molesta, deberían ser más humildes. No molesta la crítica, molesta la soberbia y la falta de humildad que tienen a la hora de hablar. Han tenido la oportunidad de gobernar y han dejado al país patas para arriba, bañado en sangre en sus plazas y todavía, como les dije antes, ni un sólo preso.

La verdad -y antes que venga la lluvia que viene ahí- uno les quiere agradecer esta oportunidad, para mí esto es increíble.

Me hubiera gustado que esté Néstor, que sea el que hable él. Es imposible no extrañarlo, como es imposible no verlo en la cara de todos ustedes, como muchos de los que veo acá abajo, que lo acompañaron siempre.

No es que lo acompañaron hasta la puerta del cementerio, se metieron adentro, y eso no se olvida y eso uno siempre lo va a respetar. Porque no especulan por un cargo más o un cargo menos en la tómbola que va a ser la próxima elección.

Parece mentira a veces, con gente que estuvo muy al lado nuestro, verlos ahora convertidos en punteros de algún candidato a presidente. Les guardo así y todo mucho afecto, por todos los momentos que compartimos.

Aprendí, y me costó mucho tiempo, aprendí a no enojarme, a respirar hondo y a pensar que no hay que mirar a los que se van. Hay que invitar a la sociedad a que vuelva a participar, que esté, que sepa que Cristina lo que está haciendo lo hace con todo el coraje y la dedicación, con una oposición que ante una enfermedad lo primero que se le ocurre decir es que era un vegetal. Y así constantemente han ido agrediendo de manera personal, o como cuando lo hacen con mi hermana. A mí no me importa, nunca me importo y no me va a importar. Pueden hacer lo que quieran que no me importa, estoy seguro de lo que siento, de lo que creo, de mis afectos y de mis compañeros.

Y si realmente este gobierno es tan malo como uno escucha las horas y horas y horas de televisión de los “perfectos”, como les digo yo.

Yo soy sumamente imperfecto. No soy perfecto como ellos, ellos “saben todo”, todo lo resuelven, pero bueno… Si es tan malo este gobierno, si este gobierno, como dicen en sus medios, no tiene aceptación popular, acá está la cancha de Argentinos, estuvo la cancha de Ferro de los compañeros del Movimiento Evita también, y así, inagotable. Si ellos piensan realmente, uno se entra a preguntar porqué en el 2013, solitos sin que nadie dijera nada, sin que Cristina expresara algo, fueron corriendo a una escribanía, para decir que Cristina no tenía que ser candidata. Eso sí, con los fondos buitres: saludo uno, saludo dos.

Pero si este gobierno, si Cristina, y lo que voy a decir ahora quizás, voy a tener que pedir la casa de un compañero para dormir, porque creo que Cristina se va a enojar, pero es lo que pienso y lo voy a decir. Si Cristina está tan mal o es tan mala, o no sirve, por qué, si están tan interesados en terminar con esta experiencia política, si quieren acabar con el kirchnerismo, peronismo, pónganle el nombre que más le guste a cada uno, por qué no dejan y compiten con Cristina, le ganan a Cristina y san se acabó?
Y nosotros volveremos a la calle, a hacer lo que tenemos que hacer, y a reconstruir una fuerza política para volver a gobernar a la Argentina en los próximos años.

No les tengan miedo a las urnas, no les tengan miedo a la sociedad, al pueblo, al ciudadano o como les guste llamarlo.

Vengo de una familia, de Néstor y de Cristina, que se sometieron siempre a las urnas sea cual sea el resultado. Como en el 2009, cuando Néstor fue y dio la cara no mirando una encuesta, sino pensando en un proyecto político. En un proyecto de país.

Lo último, para no demorarlos más, y que puedan cantar, saltar, festejar, ser libres y felices, porque parte de esto también es eso, hacerlo con alegría… Quiero agradecerle a todos los compañeros que día a día se bancaron la satanización de los medios sin chistar.

Parece mentira que en medio de una inundación, como había sucedido en la Ciudad de La Plata, ciudad en la que yo nací, parece mentira que miraran si tenían las pecheras puestas o no, en vez de ponerse a trabajar al lado de ustedes. No me puedo borrar de los ojos cuando los golpearon. Obviamente si se le pega a un compañero “no pasa nada”. Ahí andan, no sé qué andarán haciendo y la constante actitud que tuvieron para con ustedes, no sólo a los compañeros de La Cámpora, a todo aquel que osara pensar diferente, que osara decirles que no, reducir todo al simple hecho clientelar. Eso es lo que hicieron. Y ¿saben lo que ellos no pueden entender y no van a entender porque es como el 27 de octubre del 2010? Vayan, hagan un ejercicio y lean las columnas de Van Der Kooy y de Blanc los seis meses previos, que expliquen, no podían entender porqué salía la gente a la calle a despedir a Néstor. Pero no a un santo ni a un señor perfecto tampoco, lo fueron a despedir porque después de mucho tiempo habían encontrado un presidente con el coraje suficiente para dar cada una de esas peleas, con aciertos, con errores.

Y es para mí hoy, algo que no voy a borrar nunca más.

Les quiero agradecer, sin ustedes hoy no hubiera sido posible. No se hubiera podido hacer. No hay hombres ni mujeres providenciales. Veo tarotistas en la tele y un montón de cosas, pero no, no pasa nada. Tengan fe, tengan ganas, no caigamos en las provocaciones, háganlo con amor, con alegría, con convicción. Den la discusión, den el debate que haya que dar adentro, demos el debate que hay que dar con la sociedad y de una buena vez por todas pongamos en marcha nuevamente esta caminata eterna que es perseguir sueños, así parezcan imposibles hay que perseguirlos. Ustedes me lo enseñaron a mí.

Nuestro país tiene una oportunidad única, ha recuperado YPF, va a alcanzar en algún momento el autoabastecimiento energético, no el trucho de los 90 porque no había trabajo y no había industrias, uno con la gente adentro. Los números tienen que cerrar con la gente adentro, no con la gente afuera, eso lo hace cualquiera.

Muchas gracias, les agradezco en serio, me acuerdo de un montón de compañeros que hoy no están, me acuerdo de Iván, de Willy, de Chicho, de muchos más. Y de buenos amigos de Néstor también. Acompañen a Cristina, el futuro está ahí, vayamos por él, construyámoslo, que no nos lo vuelvan a arrebatar. La Argentina no debe ser patrimonio de los violentos sino de los que están dispuestos a esgrimir en las urnas sus ideas, sus programas y su militancia.

Muchas gracias compañeros, eternamente agradecido, es un sueño cumplido, he tratado de mantener y hablar lo mejor que pude.
Se los agradezco, se que mañana.. bueno, no sabemos lo que van a decir, no hay problema, que lo digan, estoy acá por ustedes, no me importa, los quiero mucho.

Muchas gracias por acompañar a Cristina. Cristina tiene toda la fuerza, no afloja, va para adelante, y con el pueblo como bandera, compañeros. Muchas gracias.

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