viernes, 15 de junio de 2012

No bombardeen Buenos Aires

“Violencia es mentir”

“No bombardeen buenos aires
No nos podemos defender”


Un 16 de junio como hoy pero hace 57 años, las Fuerzas Armadas de la Argentina bombardearon la Plaza de Mayo, asesinando a 308 personas. Una de las bombas cayó sobre un colectivo lleno de chicos y chicas. Queremos recordar ese día porque resulta raro que una masacre de esta magnitud pase tan desapercibida en las efemérides cotidianas de los medios o los manuales escolares. Fue un hecho atroz y es realmente muy poco recordado. Para peor, este ataque barbárico se realizó contra un gobierno democrático que, en su fórmula Perón-Quijano había obtenido el 63,4% de los votos. Esa fue la primer elección en la que votaron las mujeres argentinas, así que doblemente democrático.

Sólo hubo otros dos Presidentes validados en las urnas con tanto apoyo democrático. Hipólio Yrigoyen fue electo por segunda vez en 1928 con el 61,7% de los votos. Ese gobierno popular y democrático fue derrocado por una sangrienta dictadura militar, la primera en la historia argentina. La primera de muchas dictaduras, que frente a los intereses de la mayoría de los argentinos defendían los intereses de unos sectores, minoritarios pero poderosos.

Nos costó mucho a TODOS los argentinos y argentinas recuperar la democracia. Nos costó las vidas de muchos jóvenes, de una generación entera, luego de la última de las dictaduras, la más sanguinaria. Es importante acordarse de estas cosas. Porque los sectores minoritarios, pero poderosos, creen que hay una dictadura cuando justamente un gobierno es democrático y defiende los intereses de la mayoría de los argentinos. Con esa creencia engañosa pueden cometer actos atroces.

Esperemos esta vez la historia argentina no se repita. Que la tercera Presidenta más votada en la historia del país, con el 54,11% de los votos, no enfrente hechos de violencia que poco tienen que ver con las instituciones de la república y el régimen democrático. Es sano que haya manifestaciones en defensa de intereses, sin importar si son minoritarios. Justamente de eso se trata la democracia y, también, la política. A veces puede haber opiniones diferentes y, casi siempre, INTERESES diferentes. Pero toda política se tiene que dar en el respeto por la democracia. Al que no le guste el rumbo de un proyecto político, es sano que se organice en un partido político y dispute el camino del país en elecciones libres y sin proscripciones.

En estas recientes manifestaciones de cacerolazos vimos episodios de violencia que son preocupantes. No queremos como argentinos volver a resolver las diferencias por esos medios. Pero más que nada, no queremos que las futuras generaciones aprendan que la política se hace mediante la violencia. Al contrario, queremos que Argentina transite un camino de paz y progreso, en un modelo de desarrollo con inclusión social. En fin, no queremos otra cosa que la felicidad de todos los argentinos.

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